Fue un hombre conocido y respetado en la sociedad malagueña de su época, tanto por su trabajo profesional, como por su implicación en actividades públicas y asistenciales. Su inquietud por lo desconocido avalan la figura de este hombre, que como tantos otros olvidados o poco conocidos, pertenecen a esa legión de héroes anónimos que nunca figuran en los libros de historia.
Familia. Era el tercero de una ilustre saga de Casares, que se remonta, en línea directa hasta su padre y su abuelo y siguió con algunos de sus descendientes. Su abuelo, Antonio Casares Rodríguez, fue ilustre científico en Santiago de Compostela; su padre, Demetrio Casares Teijeiro, catedrático de Farmacología Vegetal en Granada, y su hijo, Román Casares López fue catedrático de Análisis Químico Aplicado y Bromatología y Toxicología de la Facultad de Farmacia de Madrid. Tuvo una descendencia muy numerosa concretada en 16 hijos.
Formación. Se licenció en farmacia en 1898, con un magnífico expediente. En 1899, con solo 20 años, se doctoró en Farmacia en Madrid con una tesis sobre “Las muscíneas en Galicia”.
Entre 1908 y 1911 cursó estudios por libre en la “Internacional Institución Electrotécnica de Bruselas” obteniendo el título de Ingeniero Electricista, precisamente cuando la física estaba cambiando con las aportaciones de Maxwell, Einstein, Heisenberg, etc.
Docencia. Impartió clases de química en el Seminario de Málaga
Investigación. A pesar de las obligaciones que impondría su numerosísima familia, dieciséis hijos vivos, nacidos entre 1906 y 1935, supo encontrar tiempo para una intensa actividad científica, tanto en su propia especialidad de farmacia analítica , como en un campo absolutamente sorprendente como era la Física de aquellos tiempos.
Actividad profesional. Empezó a trabajar en la Sociedad Larios de Málaga en 1901, prestando sus servicios hasta 1908. Es año entró a formar parte del personal técnico de la Sociedad Anónima Cross en Badalona, pasando como Director a la de Alicante, y después a San Juan de Aznalfarache (Sevilla), donde estuvo hasta 1915. En 1915 se estableció definitivamente en Málaga, abriendo la farmacia que actualmente se encuentra frente a la Iglesia del Sagrario.
Funcionario. En 1925 obtuvo por oposición la plaza de Jefe de la Sección Química del Laboratorio Municipal de Málaga, y se le encomienda ese mismo año la Dirección de la Farmacia Municipal de Málaga, en cuyo cargo continuó hasta su fallecimiento. Precisamente por este cargo, traspasó su farmacia por ser incompatible. Fue también Vicepresidente y Presidente, por algunos meses, de la Diputación de Málaga, en 1940.
Publicaciones. Publicó el libro titulado “Física racional: Calor y Luz” como un resumen de una serie de trabajos y conferencias sobre temas relacionados con la Física. En ese libro trataba temas muy diversos de física básica, y llama la atención la facilidad que manejaba conceptos y sobre todo, era capaz de ponerlos todos juntos y obtener incluso conclusiones concretas.
Divulgación. Impartió una larga serie de conferencias que cristalizaron finalmente en el libro antes aludido. La mayor parte de su producción científica, se puede encontrar en la biblioteca que la Academia Malagueña de Ciencias
Academias. Desde 1938 fue miembro de la Sociedad Malagueña de Ciencias (hoy Academia), fue presidente de la misma en dos ocasiones: 1944-47 y 1957- 62.
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