Juan
Antonio Rodríguez Arribas, ingeniero de caminos, canales y
puertos y académico. Nació en Madrid en 1941 pero recaló en
Málaga en 1969 para entrar a formar parte de la extinta
Confederación Hidrográfica del Sur.
A
él le tocó ser protagonista de la etapa dorada de las grandes obras
hidráulicas de la provincia y también la época en la que gestión
de la cuenca mediterránea pasó a manos de la Junta de Andalucía.
Familia
Formación. Estudió
en Madrid la carrera de ingeniero de caminos, canales y puertos.
Cargos
profesionales. Desde
1987 y hasta su jubilación ha sido director del sistema
Viñuela-Axarquía, aunque por el camino ha tenido tiempo también
para ejercer como director técnico de la extinta Confederación
Hidrográfica del Sur durante cinco años.
-¿Qué
obras hidráulicas habría que hacer para no tener que estar
cíclicamente mirando al cielo?
-El
anterior plan hidrológico que estaba vigente cuando fueron
transferidas las competencias a la Junta contemplaba una serie de
obras, pero que fueron sustituidas en el siguiente para dar prioridad
a las desaladoras. Aunque tampoco se ha construido ninguna, sólo se
ha habilitado la de Marbella, porque tienen un alto consumo
energético y son generadoras de gases contaminantes a la atmósfera.
Creo que el llevar a cabo el anterior plan hidrológico sería
importante para rescatar, por ejemplo, proyectos como el del Genal.
No ya la presa, sino un azud que pudiese captar agua y llevarla
mediante un túnel al río Guadaiza y transportarla desde allí al
embalse de La Concepción. De esa manera, se llevarían los recursos
de donde más llueve, y sin hacer ningún daño, a donde más se
necesita.
-¿No
es preocupante que haya municipios que no controlen el agua que
gastan?
-No
se explica que en la comarca de Antequera haya municipios que están
gastando de 700 a 900 litros de agua por habitante y día. Es cierto
que hay que tener en cuenta las pérdidas en la red, pero no se
justifica que ese gasto en un pueblo como Humilladero donde con 100
litros por habitante y día tendrían suficiente. Hay un descontrol
claro y la única razón es que estén usando el agua para otras
cosas.
ético
del agua no primará. Pero ni la propia administración local tiene
el control suficiente y subiendo la administración autonómica
tampoco.
-¿Es
optimista con el fin del saneamiento integral?
-Probablemente
es en lo que más optimista soy porque si no el turista se puede ir a
Marruecos o a otro sitio y eso tocaría la fibra sensible de los
malagueños y de la administración. La depuración es una fuente de
agua también para la agricultura y en vez de pensar en desaladoras y
en trasvases quizás se deberían hacer antes depuradoras
convenientes. Nos estamos jugando el turismo y la provincia vive de
eso.
-¿Qué
habría que hacer en el río Guadalmedina?
-Es
lamentable que se haya convertido en un debate político. El río
Guadalmedina tiene una solución y hay un proyecto hecho en modelo
reducido en los años 2000 con un túnel que llevase el agua al Peñón
del Cuervo. Una vez resuelto eso, se podría transformar el cauce en
un recinto verde como en Valencia, y ser una zona aprovechable para
los ciudadanos.
Academias. Es
miembro de la Academia Malagueña de Ciencias, donde es coordinador
de Ciencias Tecnológicas.
Autor; Feliciano Robles
No hay comentarios:
Publicar un comentario