lunes, 1 de julio de 2019

JUAN ANTONIO RODRÍGUEZ ARRIBAS



    Juan Antonio Rodríguez Arribas, ingeniero de caminos, canales y puertos y académico. Nació en Madrid en 1941 pero recaló en Málaga en 1969 para entrar a formar parte de la extinta Confederación Hidrográfica del Sur.
A él le tocó ser protagonista de la etapa dorada de las grandes obras hidráulicas de la provincia y también la época en la que gestión de la cuenca mediterránea pasó a manos de la Junta de Andalucía.

    Familia

    Formación. Estudió en Madrid la carrera de ingeniero de caminos, canales y puertos.

    Cargos profesionales. Desde 1987 y hasta su jubilación ha sido director del sistema Viñuela-Axarquía, aunque por el camino ha tenido tiempo también para ejercer como director técnico de la extinta Confederación Hidrográfica del Sur durante cinco años.

    -¿Qué obras hidráulicas habría que hacer para no tener que estar cíclicamente mirando al cielo?

-El anterior plan hidrológico que estaba vigente cuando fueron transferidas las competencias a la Junta contemplaba una serie de obras, pero que fueron sustituidas en el siguiente para dar prioridad a las desaladoras. Aunque tampoco se ha construido ninguna, sólo se ha habilitado la de Marbella, porque tienen un alto consumo energético y son generadoras de gases contaminantes a la atmósfera. Creo que el llevar a cabo el anterior plan hidrológico sería importante para rescatar, por ejemplo, proyectos como el del Genal. No ya la presa, sino un azud que pudiese captar agua y llevarla mediante un túnel al río Guadaiza y transportarla desde allí al embalse de La Concepción. De esa manera, se llevarían los recursos de donde más llueve, y sin hacer ningún daño, a donde más se necesita.

    -¿No es preocupante que haya municipios que no controlen el agua que gastan?

-No se explica que en la comarca de Antequera haya municipios que están gastando de 700 a 900 litros de agua por habitante y día. Es cierto que hay que tener en cuenta las pérdidas en la red, pero no se justifica que ese gasto en un pueblo como Humilladero donde con 100 litros por habitante y día tendrían suficiente. Hay un descontrol claro y la única razón es que estén usando el agua para otras cosas.
ético del agua no primará. Pero ni la propia administración local tiene el control suficiente y subiendo la administración autonómica tampoco.

    -¿Es optimista con el fin del saneamiento integral?

-Probablemente es en lo que más optimista soy porque si no el turista se puede ir a Marruecos o a otro sitio y eso tocaría la fibra sensible de los malagueños y de la administración. La depuración es una fuente de agua también para la agricultura y en vez de pensar en desaladoras y en trasvases quizás se deberían hacer antes depuradoras convenientes. Nos estamos jugando el turismo y la provincia vive de eso.

    -¿Qué habría que hacer en el río Guadalmedina?

-Es lamentable que se haya convertido en un debate político. El río Guadalmedina tiene una solución y hay un proyecto hecho en modelo reducido en los años 2000 con un túnel que llevase el agua al Peñón del Cuervo. Una vez resuelto eso, se podría transformar el cauce en un recinto verde como en Valencia, y ser una zona aprovechable para los ciudadanos.

    Academias. Es miembro de la Academia Malagueña de Ciencias, donde es coordinador de Ciencias Tecnológicas.



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