jueves, 23 de mayo de 2019

AURELIO RAMOS ACOSTA


Aurelio Ramos Acosta, Doctor, médico y activista social. Nació en Cómpeta (Málaga) en 1893 y murió asesinado por un Consejo de Guerra sumarísimo en Málaga en 1937 a los 43 años de edad.

Familia

Sus padres se llamaban Ramiro y Catalina su padre era comerciante y constructor, de ideología conservadora. Estuvo casado con Elvira y tuvieron dos hijas llamadas María Victoria y Aurelia.
Formación

Estudió el bachillerato en Málaga y luego Medicina en las universidades de Madrid y Santiago de Compostela obteniendo el título de médico en 1917.
E 1922 obtuvo el Doctorado en la universidad de Madrid con sobresaliente, por su tesis “La reacción de Schick, índice terapéutico de la difteria”.
En 1922 la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones  Científicas le otorgó una beca para desplazarse a Londres, por su trabajo “Sobre el tratamiento y profilaxis diftérica”. Allí recibió una mención especial del University College por sus investigaciones del aparato auditivo.

Trayectoria profesional

Inició su ejercicio profesional en Madrid como especialista en otorrinolaringología formándose con el ilustre otorrino malagueño Cristóbal Jiménez Encina, siendo su ayudante en el Instituto Médico-Quirúrgico de la Encarnación. En 1918 trabajó como otorrino de la Asociación Médico- Quirúrgica Española y en 1921 fue nombrado jefe de la Clínica de Otorrinolaringología de la Asociación Ferroviaria Médico-Farmacéutica.
Hacia 1923 regresó a Málaga y montó una consulta particular en la Calle Siete Revueltas. Ese mismo año fue nombrado director de Laringología del Dispensario Antituberculoso de Málaga
En 1924 participó en las oposiciones a médico de la Beneficencia Municipal, siendo nombrado médico supernumerario con el número uno.
En 1932 ganó la oposición para la plaza de Otorrinolaringología del Dispensario Antituberculoso de Málaga, que ya ocupaba de forma interina desde 1923.

Divulgación

Durante su estancia en Madrid pronunció una conferencia en el Ateneo el 12 de enero de 1921 titulada “La Medicina española y el intercambio de títulos”.
Una vez instalado en Málaga propuso la creación en el seno del Colegio Médico del Ateneo de Ciencias Médicas, que posibilitó, mediante las actividades culturales desarrolladas y la concienciación democrática de un sector de los profesionales médicos.
Este Ateneo, que en un principio presidió José Gálvez Ginachero, pasó a ser presidido por Ramos Acosta en 1924.

Conciencia social

De 1924 a 1935 colaboró asiduamente en la Revista Médica de Málaga, bajo el pseudónimo de Asoka, mostrando sus opiniones sobre temas sanitarios y profesionales, en los que defendió la salud como un derecho fundamental del hombre y la necesidad de concienciar de este derecho al pueblo mediante la educación; denunciaba la dramática situación sanitaria de las clases populares; rechazó los estatutos del Colegio Médico que se habían hecho sin la participación de los propios médicos y autoritariamente impuestos.
Su compromiso social y como médico de la Beneficencia le  llevó a publicar en 1931, su artículo “La revolución de la sanidad” donde abogaba por un nuevo orden sanitario caracterizado por una potente sanidad pública que atendiera a las clases populares y donde otorgaba una gran importancia a los servicios sanitarios municipales.
Estos objetivos fueron recogidos en una de las primeras medidas tomadas por el nuevo Ayuntamiento democrático formado en 1931.

Diputado

En la elecciones generales de 1933 salió elegido diputado de las Cortes Republicanas por Málaga, pero dimitió en 1935, porque se frustraron por completo su deseo de convertir en realidad la creación de escuelas en Málaga, que ya se habían proyectado en 1934 y que pretendía sustituir las escuelas insalubres, con el fin de reducir o extinguir el analfabetismo de los miles de niños sin escolarizar y acometer obras para paliar el paro obrero.
Tras su dimisión en 1935 volvió a su quehacer profesional en Málaga, instaló una consulta particular en la calle Larios y solicitó su reingreso como otorrinolaringólogo de la Beneficencia Municipal.

Guerra Civil

Cuando se produjo el levantamiento militar en julio de 1936 estaba dedicado por entero a su profesión médica y fue requerido por el Gobernador Civil para que organizase tanto los Hospitales de Sangre como, en general, todo el sistema hospitalario, tan necesario para la atención de heridos  en los frentes, los bombardeos y los refugiados.
Como responsable de los hospitales, una de las primeras tareas que acometió, fue organizar el Hospital Central de Evacuación Miramar, antiguo hotel con 300 camas, para sustituir los diversos hospitales de sangre que se habían ido instalando al iniciarse el conflicto y centralizar todos los servicios médico-quirúrgicos de la capital, así como para descongestionar el Hospital Noble y el Hospital Civil.
En poco tiempo consiguió tener instalados dos quirófanos, un botiquín, y procedió a instalar laboratorios de análisis y de Rayos X y comenzó a impartir cursillos para enfermeras.
También presidió la Comisión de Defensa Antiaérea, junto a su primo, el ginecólogo Heliodoro Ramos Ramos, desde ese cargo elaboraron las instrucciones para la población civil en caso de producirse ataques aéreos con los llamados gases asfixiantes, pero tranquilizando que si se seguían las instrucciones los gases tenían poco peligro.
En su incesante labor organizadora Ramos Acosta para conseguir atender a los numerosos heridos de los frentes de batalla y de los bombardeos, así como a la gran cantidad de enfermos en la ciudad por el hacinamiento y la extensión de enfermedades infecto-contagiosas en los centros de acogida a refugiados, dispuso trasladar las camas del Hospital Noble al antiguo hotel Regina, que al terminar la guerra pasó a llamarse 18 de julio.
Fue nombrado director del Hospital Civil Provincial, cuando el médico José Gálvez Ginachero se jubiló por cumplir 70 años.
Este nuevo cargo y el de Sub-Inspector General de los Servicios Sanitarios le permitieron controlar toda la atención hospitalaria malagueña hasta la ocupación de Málaga.
El mismo día 8 de febrero de 1937, con las tropas franquistas a las puertas de la ciudad, Aurelio Ramos Acosta, tras poner a salvo a su familia, permaneció en el Hospital dirigiendo la evacuación de los heridos que pudieran ser evacuados por el camino hacía Almería.

Apresamiento y fusilamiento

Aurelio no emprendió la huida hasta que no acabó toda su labor, e hizo el camino a pie, en medio del desconcierto general. Sus condiciones físicas solo le permitieron alcanzar la localidad costera de Maro y ante la imposibilidad de continuar regresó a Nerja, donde se presentó al Jefe Local de la Falange que lo detuvo y fue ingresado en la Prisión Provincial, allí compartió prisión con su primo Heliodoro, y se dedicaron a atender a los presos hacinados en la prisión hasta que fue juzgado y ejecutado. Su consulta fue saqueada y ocupada por un colega suyo.
El Consejo de Guerra Sumarísimo se celebró el 1 de mayo de 1937 y lo condenó a muerte. El día 8 le notificaron la sentencia en la cárcel  que se negó a firmar. El día 9 por la mañana fue ejecutado, junto a su primo Heliodoro Ramos, en las tapias del cementerio de San Rafael.

Fuentes

Esta biografía se ha confeccionado a partir del trabajo publicado por Encarnación Barranquero Texeira.

Autor; Feliciano Robles



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